13 mayo 2009

El peor periodismo de la historia


Bueno, resulta que a esta altura la historia es conocida. Olé googleó, encontró una foto que le servía para elucubrar un montón de fruta podrida verídica. Que le habrá servido al gordo Farinella para ganarse una tapa. Y al Grupo Clarín para ahorrarse los pesos que todos los medios miserables -todos- se ahorran al momento de hacer la producción periodística contemporánea.
Así como algunos ni pagan el teléfono, no digamos ya viajes, traslados, fotógrafos, etc. acá lo solucionaron con el google y con al comidilla que todos sabemos -y de la que Olé y Clarín son parte, así como los políticos- se completó un notón que duró un sólo día. Hasta que Mandrake contó todo.
El problema es que, tanto el sorete del periodista, como el del diario deportivo y el grupo, apretaron al pibe que había fotoyopeado -photoshopeado- la bandera que ellos se comieron y juraron haber visto y después en un acto de apriete y revanchismo y contra la voluntad de él, publicaron su nombre.
El periodismo que se hace en esta época es el peor de la historia. Lejos. Pero la violación de derechos mínimos, es preocupante. Ya no se trata de un servicio el que presta, sino que los periodistas se han convertido en servicios. En el peor de los sentidos. Y de ahí a ser los encargados de distribuir el caudal informativo a pieccere, delimitar el marco de pensamiento, de discusión y, en fin, de decisión.
¿Qué tipo de libertad se puede crear o en qué tipo de libertad se puede participar o para qué tipo de libertad se puede aportar si el límite de pensamiento lo decide el gordo Farinella?
¿O cualquier otro lúmpen pordiosero o cualquier otro grupo mercenario?
Hoy Olé perdió su oportunidad de pedir disculpas cuando disfrazó de disculpas un apriete y una excusa. Que los empresarios periodísticos den asco no es sólo el problema. Que losperiodistas seamos cómplices no es dólo el problema. Que todo ellos rija marcos de pensamiento, de opinión de usos y costumbres, tampoco. Es mucho más amplio, lo cierto es que este es el peor periodismo de la historia.