05 agosto 2008

Crimen prefecto

Che, ¿no es extraño que dos presidentes (como Chávez y Cristina) no puedan viajar a un país del Mercosur por razones de segridad, una semana después de que el helicóptero presidencial haya caído al vacío?



¿No debería haber veedores internacionales en el referendo revocatorio boliviano?





Paréntesis. Un pequeño cuentito: Resulta que unos señores gordos y poderosos, llenos de dinero y mano de obra esclava, se resisten a que el nuevo príncipe de los humildes ajuste el siglo en el retrasado país de Bolivia. Favorecidos por artimañas electorales, logran mantener una cantidad de provincias bajo control. Envalentonados, van por más y piden la autonomía. Como deciden jugar la carta legal, y dentro de ese mazo se encuentra el de entender que la autonomía es contraria al proyecto de Gobierno, Evo, el príncipe, juega contra los referendos autonómicos en los que votó muy poca gente no obstante ello no se dijera y sólo se señalara el porcentaje de votos que resultaran positivos, juega decía entonces el naipe del referendo revocatorio. Volvemos a ver si el pueblo quiere este proyecto que eligió hace muy poco o nos bajamos. Ese procedimiento, originalmente, estipula que para ser revocado, un presidente o un prefecto -gobernador- tiene que conseguir la misma cantidad de votos negativos que aquellos positivos que los colocaron en el poder. Upa, upa, les agarró la cagueta a los gordos del reino, que ninguno alcanzó el 50 por ciento de los votos, salvo la fórmula presidencial que obtuvo más del 53. Entonces los señores, convocaron a las fuerzas del mal nuevamente, al señor oscuro del norte, y a las brujas de la selva y ahora la Corte Nacional Electoral de ese país decidió revocar sólo aquellos mandos que lo fueran por un voto más del cincuenta por ciento del electorado. Otra vez parecen reir los villanos, pero no contaban con la astucia del príncipe cocalero. Fin del paréntesis.





Una pregunta más, ¿no está en peligro la voluntad popular en toda latinoamérica?

5 comentarios:

DEB dijo...

La voluntad popular no siempre acompaña sus propios intereses. Lo que está en peligro es quizás la reivindicación de los intereses de la franja del pueblo que es mayoritaria y que se ha visto marginada históricamente. En algunos casos ni siquiera está en peligro, nunca han tenido la posibilidad de ser representados por alguien que realmente pueda hacer algo. Quizás para Bolivia se aplique la pregunta, pero no puedes generalizar. Además quien dice que el que eligió a Uribe, a Alan García o a Calderón no hacen parte también del pueblo? Vuelvo a mi primera frase, no siempre la voluntad popular acompaña sus intereses.

Ulises Dumond dijo...

Bueno, justamente, de Bolivia hablábamos y quizás en consonancia con la Argentina. Los casos que usted cita, si bien son bastantes diferentes en apariencia. Pero allí tiene a un Calderón que entró por la ventana y no puede menos que vivir con atentados explosivos contra la libertad de prensa, o a su Uribe, que a nosotros nos sirve para evidenciar cómo paras y narcos son parte del mismo negocio y casi siempre son lo mismo. Acá se suplen con Duhaldes, Ruckaufes, agencias de seguridad y policías en actividad y retirados. Pero hablaba de Bolivia, aunque también podríamos hablar de las condiciones materiales de comunicación que posibilitan que pueblos semejantes elijan gobernantes semejantes.
Saludos.

DEB dijo...

Su última frase fue:
"Una pregunta más, ¿no está en peligro la voluntad popular en toda latinoamérica?"
Entendí que hablaba del Río Bravo hacia el sur. De ahí mi comentario abarcando otros países. Gracias por mi Uribe, pero le consta por comentarios en otros post que nunca he considerado que me represente. Tanto a Calderón como a Uribe los votaron. Si fueron suficientes o no los votos, si lo hacen llevándose entre las patas la democracia y la legalidad, o si los votos que sacaron son realmente un porcentaje alto en comparación a la totalidad de la población, es otra discusión. Tendríamos entonces que entrar a cuestionar los sistemas electorales que les permiten los artilugios que hacen posible que hoy estén gobernando y que se mantengan ahí.

Clandestina dijo...

Ulises, tengo entendido que son unos 300 los veedores internacionales y 2.500 los nacionales. Por el Mercosur fueron 40 veedores y de nuestro país se designaron a Victoria Donda, Ariel Basteiro y Raimundi, más una Senadora de quien les debo el nombre. También hay observadores de la OEA y la UE.

Confío plenamente en la astucia del "prínicpe cocalero" y en la determinación de la mayoría del pueblo boliviano que ha sido postergado por siglos, lo cual no creo q sea sinónimo de ignorancia a la hora de definir y luchar por sus propios intereses. De igual manera creo q jamás deberán dejar de estar atentos, ya q los dinosaurios de adentro y de afuera harán lo imposible para interrumpir la evolución de los cambios que Evo pone en marcha. (Creo q recordamos el Chile de Salvador).
En cuanto al resto, estimo que la mayoría de pueblos latinoamericanos deberíamos estar alertas ante posibles peligros q nos acechan. ¿Qué quiere q le diga Ulises? La IV Flota paseándose por nuestra región no me sugiere, precisamente, confianza ni tranquilidad. Mucho más al haber sido apañados por el silencio político y mediático masivos. (¿Se acuerda en 2001 de los ejercicios Cabañas en Salta y de cómo los chicos del casco se paseaban x nuestro litoral -algo q en muchos ámbitos se sabía 6 meses antes de q lanata lo largara como gran primicia gran x TV -dicho sea de paso, cuando ya no estaban?-??) Un detalle: en aquellas oportunidades el Congreso no autorizó ninguno de los actos (al menos, en tiempo y forma).
Y hay algo más, pero quiero reconfirmarlo antes de escribirlo.
Saludos.

Ulises Dumond dijo...

Inmensamente agradecido, Clandestina.
Deb, sí, me refería a todo, desde el Rio Fernando Bravo hasta la Antártida (¿Argentina o Británica?). Y quizás haya que revisar los sistemas electorales y quizás los medios de comunicación o los de participación. A partir de ahí se pueden explicar algunas cosas que suenan a barbaridades. Como si lo de Calderón no lo fuera, o la sociedad entre militares convertidos en paras y empresarios convertidos en empresarios. Entre los que están los de TV, la biblia diaria, el mortero.